Autismo infantil – Cómo afrontarlo

Hasta lo que sabemos, el autismo no tiene curación, pero existen diferentes medidas que pueden resultar de gran utilidad para hacer frente a este trastorno. Entre ellas encontramos:

1. Educación especial: En este punto ha habido un gran avance, ya que una vez diagnosticado el autismo, se puede lograr que un niño alcance importantes mejorías adecuadas al desarrollo cognitivo.
2. Tratamiento médico farmacológico: Como es normal, estos tratamientos son bajo prescripción del especialista, quien supervisará y controlará el tratamiento adecuado a cada niño. Con el tratamiento adecuado algunos niños autistas pueden desarrollar ciertos aspectos de independencia en sus vidas.
3. Apoyo familiar: Todos los padres deben informarse y entender todo cuanto puedan de la enfermedad de su hijo, que los trastornos que padece no son consecuencia de la crianza ni del afecto que le hayan proporcionado. Es aconsejable  consultar y acudir a asociaciones de familiares de niños autistas para intercambiar experiencias y recibir apoyo. Los padres deben de alentar a sus niños autistas para que desarrollen esas destrezas que hacen uso de sus puntos fuertes de manera que se sientan bien consigo mismos

Como padre de un niño autista debes saber que la alteración autista no es un trastorno relacional afectivo de crianza. Es recomendable consultar y acudir a asociaciones de familiares de niños autistas para intercambiar experiencias y recibir apoyo, por tanto:

• Consulta al pediatra Los padres que sospechan que su niño puede ser autista, deben consultar al pediatra para que los refiera a un psiquiatra de niños y adolescentes, quien puede diagnosticar con certeza el autismo, su nivel de severidad y determinar las medidas educacionales apropiadas.
• Anima al niño para que desarrolle sus destrezas personales, esto le permitirá hacer uso de sus puntos fuertes y sentirse bien consigo mismo.
• No tengas reparos en acudir al psiquiatra. Además de tratar al niño autista, el psiquiatra puede ayudarte a ti y a tu familia a afrontar el estrés de la enfermedad y a solucionar los problemas emocionales que implica.